Este blog es un derivado de mi primer blog, Mis manualidades, donde pongo fotos de mis manualidades (qué original), recetas y relatos sobre mi vida. Quizás, tal como las personas que comienzan con las operaciones plásticas y luego que empiezan a hacerle arreglitos a la naturaleza, no pueden parar de hacerse mejoras y terminan como caricaturas a sí mismas, me haya vuelto adicta a los blogs y ahora no pueda dejar de abrir uno tras otro ya que en realidad es el cuarto que abro.
Este blog será dedicado solamente a relatar sobre mi vida que es como la de todos, o casi. Mucho de lo que escriba aquí ya lo publique en mi otro blog y ahora lo trasladé.

Tengo el pelo gris pero puse una foto donde estoy con el pelo verde, lo hice así por dos cosas, una porque creo que así quedo cuando tengo que enfrentarme a los aparatejos modernos (léase: todo lo que se ha inventado luego de la rueda), me sacan canas verdes; y otra porque me gusta como queda y si pudiera me lo teñiría así.
Abajo del todo hay una ventanita donde pueden dejarme saludos, también pueden dejarme comentarios o saludos debajo de cada post (cliqueando donde dice Comentarios).

En el costado, más abajo de mi foto, está el archivo ordenado por temas, cliqueando ahí pueden ver los posts que publiqué antes, o pueden cliquear abajo del todo (antes de la ventanita de los mensajes) donde dice Entradas antiguas.


jueves, 10 de noviembre de 2011

Vecinos desconsiderados y un poco de insomio

Hace más de una semana, como semana y media, que descubrí que hay gente desconsiderada y justo tienen que vivir de vecinos míos! Hace, casualmente una semana o semana y media, que poquito después de la medianoche empieza a sonar un despertador.

Lo dejan sonar hasta que se apaga solo, pero luego, durante una hora, se pasa que suena, se apaga y a los cinco minutos empieza a sonar otra vez!

Y yo trato de taparme la cabeza con el acolchado y me pregunto por qué diablos no apagan ese maldito despertador. Hay que ser desconsiderados, a esa hora la mayoría de la gente quiere dormir!

Y así, noche tras noche. Estuve tratando de ubicar de donde viene el ruido, pero es no es fácil en estos edificios. Pensé que no puede ser la vecina de al lado, o sí, pero es menos posible. Entre su dormitorio y el mío hay dos livings y un corredor, más un par de puertas, por lo menos la de mi cuarto cerrada.

Los vecinos de abajo sé que trabajan, ella de día pero no sé él, de todos modos si él pusiera el despertador, ella que tiene que madrugar, seguro lo apagaría.

La vecina de arriba volvió hace unos diez días, más o menos, de USA, donde estuvo mes y medio. Además es medio sorda, usa aparatito para escuchar mejor y creo que en las noche se lo saca o lo apaga.

Me pareció lo más posible que fuera el despertador de la vecina de arriba y pensé que si me la encuentro afuera, discretamente le iba a preguntar si ella no escucha ese maldito despertador que suena una hora entera pasada la medianoche, a ver si se daba cuenta que debía hacer algo para no molestarme cuando quiero dormir, un poco de consideración creo que me merezco.

Y antenoche, cuando empezó a sonar el maldito despertador, de pronto se me prendió la lamparita! Hacía semana y media más o menos, que cambiamos de horario.

Cuando fui a cambiar la hora en un relojito que tengo en el living, no me acordaba como se hace y estuve apretando botones un buen rato antes de conseguir cambiar la hora, habría tocado algo que activó la alarma, si es que ese relojito tiene alarma?. Exactamente!!! eso fue lo que pasó! El maldito despertador es el mío, y la vecina desconsiderada soy yo!!!

Apretando varios botones conseguí al fin desactivar la alarma que ni sabía que tenía, anoche no me molestó ningún despertador, pero igual dormí poco. Me desperté antes de las tres de la mañana, tuve la mala idea de pensar en la mudanza que tengo programa para prontito, creo que con la oscuridad de la noche me dió por ver todo negro.

Pensé que quizás nadie podría ayudarme con la mudanza y cómo voy yo solita a llevar todos los muebles para el otro apartamento. No me pregunten por qué nadie iba a poder ayudarme, no sé, ya les dije, la oscuridad me hizo ver todo negro!
No pude volver a dormirme hasta pasadas las seis de la mañana, no llegué a dormir una hora y volví a despertarme y ya me levanté.

lunes, 31 de enero de 2011

En la mañana

En la mañana estaba soñando tan lindo, en realidad ni me acuerdo que estaba soñando, pero dormía placenteramente cuando me despertó Fritiof llorando. Miré el reloj, las siete y cinco, y yo tan cansada todavía!

Me costó dejar la cama, pero ví que los dos estaban sentados en sus camitas y decidí hacer un gran esfuerzo para apurarme a vestirme. Ya sé que a esa hora se trata de ser muuuuy rápida, de sacar a Fritiof para afuera antes que él deje la cama, donde se baje de su camita se hace pis enseguidita.

Media dormida me vestí, corrí a buscar su ropa, pensé si Fransson necesitaría el overol o alcanzaría con una capa que es abrigada pero por ser capa no tiene mangas y es más rápida de ponerle.

Corrí a la cocina a mirar el termómetro, sí, ya sé, el tiempo que pudiera ahorrar poniéndole la capa en vez del overol, lo perdí en ir a la cocina a mirar el termómetro, pero media, o más bien tres cuartos dormida como estaba, no pensé lógicamente.

No veía el termómetro a pesar de que controlé y los ojos los tenía abiertos. Me llamó la atención que estuviera tan oscuro, si ayer había estado pensando como se nota que los días se alargan, a las siete de la mañana está empezando a aclarar, pero hoy no aclaraba nada.

Prendí la luz, miré el reloj, eran las cinco y diez! Volví al cuarto, Fransson y Fritiof dormían apaciblemente. Me saqué alguna ropa y me volví a la cama.

domingo, 30 de enero de 2011

Probando correa

Gran día para Fritiof, bueno, gran día digo yo, dudo que él lo haya visto como un gran día, más bien diría, si pudiera hablar, que día bravo o qué día feo, por no utilizar otro lenguaje que yo no quiero que utilice.

Comenzó con andar con correa por primera vez, no lo convenció mucho, dejó claro que prefiere andar suelto, pero se fue acostumbrando, o se resignó y dejó de protestar. También yo tengo que acostumbrarme a llevar dos correas.

Hiciera como hiciera andaba con las correas cruzadas! El perrito que iba en la correa que yo llevaba en la mano izquierda, caminaba de mi lado derecho, y el perrito que iba en la correa que yo llevaba en la mano derecha, caminaba de mi lado izquierdo.

Yo cambiaba las correas de mano, y ellos en pocos segundos se cambian de lugar y quedaban otra vez las correas cruzadas! Rara vez iban juntos, uno adelante, el otro atrás. No sé como no quedé enredada en las correas. Por las dudas fui a caminar por lugares donde pasaba bastante gente, cosa de que pudieran ayudarme a desenredarme si fuera a hacer falta.

Fuimos a caminar a la vereda del costado del supermercado que acostumbra estar sin nieve y seca. Nos encontramos con uno de mis hijos y nieta que salían del supermercado. Justo habían pensado llamarme porque mi nieta quería venir a casa. Se ahorraron la llamada y mi nieta vino con nosotros.

Ella estaba impaciente, quería que metiera a Fritiof en la mochila porque él caminaba muy lento, o no iba lento pero quería correr para otro lado, y él quería caminar y caminó la mitad del camino, hasta que le dió frío y lo subí a la mochila.

Jugamos muuuucho con mi nieta. Cuando se fue le tocó baño a Fransson y a Fritiof. No sé si debe bañar a cachorritos, pero hace un par de días que se rascaba y decidí ducharlo rápido, no le gustó.

Fransson no sabía que hacer, cuando saqué a Fritiof del baño lo olfateaba, lo revisaba y demostraba claramente que estaba preocupado por él. Yo trataba de secar a Fritiof, y Fransson me saltaba todo el tiempo para controlarlo.

Como si fuera poco, para Fritiof, le tocó también cortada de uñas, otra cosa que tampoco le gustó, aunque reconozco que con las dos primeras patas no hizo problema, se quedó muy quietito, pero después protestó suficiente como para decir que se desquitó.

Fransson miraba atentamente mientras le cortaba las uñas a Fritiof, y cuando Fritiof empezó a protestar y querer bajarse, Fransson quiso ayudarlo! con una pata trataba de sacar mi brazo de alrededor de Fritiof para que lo soltara. Así no vale, eran dos contra mí solita!

Y después de tantos contratiempos se durmió profundamente, sin duda lo cansaron tantas cosas molestas. Lástima que no era de noche! Y quedó descansado, a mitad de noche quería jugar. Tengo que planificar mejor, que el cansancio no le dé tan temprano.

Aquí los ven a los dos con sus correas, saqué la foto de atrás porque rara vez iba yo adelante y los dos atrás mío como para sacarles foto de frente, una vez que los dos iban juntos, pues aproveché y saqué esta foto:

sábado, 8 de enero de 2011

Es mejor dejarme dormir en la madrugada.

Hoy me despertó Fransson, acostumbra ser al revés, yo lo despierto a él. Entendí que había apuro, ayer tomó mucha agua al entrar luego de la última caminata y también se levantó en la noche a tomar más agua.

Por consiguiente apenas me despertó salté de la cama, me vestí, busqué su overol, corrí al baño a buscar un paño higiénico que le pongo en el borde de la barriga del overol (esa parte es larga y puede mojarla al hacer pis, por eso ahí pongo un paño higiénico, me evito tener que lavar el overol luego de cada caminata).

Quedaban solamente paños largos, corrí a la cocina a buscar la tijera para cortarlo. Volví al hall y no ví a Fransson. Lo llamé y no vino. Fui a buscarlo al living, suponiendo que se habría ido a dormir al sofá, no estaba.

Fui al dormitorio suponiendo que estaría acostado nuevamente en su cucha, no estaba. Yo seguí llamándolo y buscándolo abajo del sofá, de la mesa de la cocina, de mi cama, adentro del túnel y nada, Fransson ni venía a mis llamados ni lo veía por ningún lado.

Abrí la puerta ya que cuando escucha que la abro viene corriendo, pero no vino! Quedé un momento parada en el hall pensando como podía haberse esfumado. Abrí la puerta del baño y ahí estaba!!! Pobre lo había encerrado en el baño! Media dormida ni cuenta me dí que había venido atrás mío.

Cuando entramos me quité la campera, gorra, bufanda y guantes, le saqué el overol a Fransson, fui a colgarlo en la calefacción (al overol, no a Fransson). Fui a la cocina a prepararme el desayuno, de pasada vi a Fransson parado, inmóbil, en el hall.

Me llamó la atención. Al entrar y sacarle la ropa acostumbra correr a acostarse en un almohadón en la cocina. Me acerqué a ver qué pasaba. No le había sacado la protección de zonas íntimas que le pongo cuando hace frío. Y él hasta que no le saco toda la ropa, no se mueve. Pobre, empezó mal el día, pero creo que va aprendiendo a que es mejor no despertarme sino esperar a que me despierto por mí misma.

viernes, 3 de diciembre de 2010

Entrenamiento.

Ayer empuñé un arma contra el frío, es decir le puse puños a un overol que hace
varios días tenía empezado. Y ya mismo ayer se lo puso Fransson cuando salimos a
caminar.

Creo que voy a terminar muy bien entrenada luego de este invierno. No me refiero
solamente a las caminatas diarias sino al ejercicio que es el vestir a Fransson:
protector de zonas íntimas, calzoncillos largos, overol, correa, vestirme yo:
atarme las botas, ponerme campera, bufanda, gorra y guantes. Después sacarnos
todo ese montón de ropa. Eso lo hago unas cuatro o cinco veces por día.

Caminamos solamente una media hora (más no puede Fransson por el frío) pero caminamos rapidito, casi corriendo, cosa de gastar la mayor cantidad de energías en el menor tiempo posible. Los problemas son dos, el que tiene exceso de energías es Fransson y no yo.

Para eso trato de que él corra más que yo, vamos al bosque, lo suelto, él corre, luego lo llamo para que vuelva corriendo a mí, le doy su premio, corre de nuevo, lo vuelvo a llamar, y de esa manera por el mismo tramo del camino, él corre como diez veces más que yo.

Como le gustan mucho los premios a veces corre, para y pega la vuelta antes que yo tenga tiempo de llamarlo, llega a mí esperando el premio que no le doy porque no vino cumpliendo mi orden, y yo no lo premio para que tome iniciativas propias sino para que cumpla mis órdenes.

El otro problema, que seguramente sea lo que más desarrolle los músculos de mis piernas está en las botas, son pesadísimas! creo que cada paso que doy es muy bien ejercicio.

Todavía no las pesé, estoy entre hacerlo y no. Si las peso corro el riesgo de después ante cada paso pensar: pesan medio kilo o dos kilos o lo que sea que pesen y se me haga más pesado caminar pensando en el peso que llevo abajo (sí, con las botas el peso no se lleva arriba sino abajo).

Pero en algún momento tengo que sacarme la curiosidad, y quizás tenga suerte y no pesen la tonelada que siento que pesan.

domingo, 31 de octubre de 2010

Cambiando la hora

Cambiamos de horario. Yo sabía, lo sabía muuuuuuuy bien, que se atrasaría una hora, lo tenía clarísimo!!! lo hice? no, lo hice al revés! adelanté una hora. Cuando me desperté y ví que eran las siete menos cuartos pensé, ahora sí conciente que el cambio era atrasar la hora, que serían lo que antes eran las ocho menos cuarto, más o menos la hora en que me venía despertando.

Y bien, hecha la cuenta me levanté, me vestí, me lavé la cara con agua fría para terminar de despertarme, fui a la cocina a prepararme el desayuno, miré el reloj de la cocina, al que todavía no le había cambiado la hora.

Ví que mostraba las seis, cambié la hora, lo puse a las siete, parece que el agua fría en la cara tanto no me despertó. Comencé a preparar mi desayuno, algo me parecía raro, no me coincidía, seguramente el agua fría en la cara comenzaba a surtir efecto.

Controlé la hora en mi celular, me acordé que anoche la había cambiado, la había adelantado, pero era eso lo que había que hacer? mmmmm, me parece que no, no!, justo, no era eso! era al revés!!!

Pero qué hora son entonces? saco cuentas, las cinco!!! Qué hago yo levantada un domingo a las cinco de la mañana? Me acosté de nuevo y ahora sí terminó de hacer efecto el agua fría en la cara. Igual me quedé un buen rato más en la cama pero ya no pude volver a dormirme. Menos mal que esos cambios de horarios no se hacen todos los días!

miércoles, 29 de septiembre de 2010

Adiestradora frustrada


Este es último truco que le enseñé a Fransson antes que se enfermara, el pararse en dos patas, aunque en realidad había querido enseñarle a que se acostara pero no quiso.
Ahora que está mejor de su gripe, ya sin fiebre y más animado, quise enseñarle más cosas.

Le gusta jugar con una trenza de cuerdas que tiene, yo tiro de una punta, él tira de la otra. Ahora le estoy enseñando a que suelte cuando le digo y con eso perdió gracia el juego. Leí que cuando se nota que está aflojando las mandíbulas, o sea cuando está por soltar, hay que darle la orden de soltar y luego elogiarlo y darle un premio.

Así lo hice y luego de dos o tres golosinas aprendió o creyó aprender. Me trae la cuerda, la suelta y mira mi mano con la que le doy las golosinas. No solamente que no espera a que le ordene que suelte sino que ya ni siquiera quiere tirar de la cuerda.

Hace poco quise enseñarle a saltar por arriba de un palo que puse sobre dos montoncitos de libros. Lo asustó tanto el palo que no se animaba ni a acercarse.

Yo me paraba del otro lado del palo con golosinas en la mano, él daba una vuelta por el costado del palo para llegar a mí. Ayer busqué una maderita más chica, menos asustante, y se la dejé oler antes de ponerla sobre los libros. Como pasaba sobre la madera sin saltar decidí agregar un libro de cada lado para subirla un poco, entonces empezó a pasarle por debajo.

Insisto en querer aprender a que se eche cuando se lo digo, luego de días y días de enseñanza ahora a veces, muy pocas, lo hace. La mayoría de las veces cuando le digo que se eche o empieza a retroceder o a gemir o simplemente me deja plantada y se va para otro lado.
Confieso que como adiestradora me siento muy frustrada.